El hecho de que la Facultad ocupe dos edificios históricos implica tanto responsabilidades como limitaciones. La primera responsabilidad es su conservación como parte del patrimonio histórico; la segunda se refiere a las restricciones para realizar adecuaciones en los espacios e implementar instalaciones especiales. Otra limitación surge de la capacidad de estudiantes por grupo, ya que solo es posible integrar de 15 a 25 alumnos, lo que conlleva un posible desaprovechamiento del profesorado.
Por otro lado, los espacios destinados a la enseñanza presencial en la Facultad no se limitan únicamente a cumplir con los requerimientos mínimos. Estos espacios se consideran una expresión de los valores de la Facultad: respeto, confianza, orden y congruencia. El respeto se refleja en la valoración de los bienes que poseemos, la confianza, en la expresión de nuestra profesión como arquitectos, y el orden y la congruencia, en el cuidado y dignificación del espacio, aspectos fundamentales al comprometernos con la arquitectura.